¿Cómo prevenir el bullying?
Actualmente hemos sido bombardeados con información sobre el bullying o acoso escolar. Los medios de comunicación lanzan -casi a diario- imágenes de niños y jóvenes peleando violentamente, colocando a este fenómeno en el número uno de la lista de prioridades de padres de familia, profesores y autoridades escolares.
Pero, en concreto, ¿qué es el bullying? Bullying es una palabra de origen inglés que significa intimidación. El bullying o acoso escolar se refiere a todas las actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, adoptadas por uno o más en contra de otro u otros estudiantes. La constancia en los ataques aumenta la gravedad del acoso, que se ha convertido en un problema de salud mental a nivel mundial.
Este fenómeno afecta hoy, en mayor o menor grado, a 7 de cada 10 niños en nuestro país de acuerdo al Estudio del Secretario General de la ONU sobre la violencia en México en contra de los niños.
- Haz de tu influencia una positiva –trata a los demás como esperas ser tratado-.
- Dedica a tus hijos 10 minutos al día sin tecnología (TV, celular, Internet,| etc…).
- Apoya a los profesores de tus hijos. Confía en ellos y si aparece alguna diferencia trátala en privado y no de merites su autoridad frente a tus hijos.
- Firmeza sin violencia. No es necesario gritar y golpear para corregir. Ser firme y mostrar autoridad, es mucho más efectivo que las amenazas de golpes.
- Pregunta ¿qué pasó? Antes de juzgar… A veces, lo obvio, no es lo verdadero; a veces el hijo pequeño comienza los pleitos; a veces tus hijos se equivocan y eso no los convierte en errores permanentes… sólo son aprendizajes.
Estas acciones, sumadas a la profunda observación de nuestros hijos, logrará proteger al ambiente del fenómeno bullying. Si cuidamos que nuestros hijos no sean agresivos, que respeten a los demás, que sean amables, estaremos apoyando a que su ambiente sea mejor.
De cualquier manera es importante estar al pendiente de las señales que indican si nuestro hijo sufre bullying.
Algunas de ellas son:
- Constantemente le cuesta trabajo dormir.
- Dolores en el estómago.
- Dolores en el pecho.
- Dolores de cabeza.
- Ganas de vomitar y vómitos.
- Llanto constante.
- Constante rechazo por ir a la escuela. Pone mil excusas para no ir.
- Falta de atención en el arreglo personal.
- Encorvamiento. Se joroba todo el tiempo y mira al piso frecuentemente.
- Aislamiento. No quiere salir, ni jugar con nadie.
- Extrema hambre al llegar de la escuela o no querer comer. Esto sucede porque hay dos opciones, o se burlan de su lunch y le da pena comerlo o se lo quitan.
- Mal humor en casa.
- Maltrato a hermanos / primos.
- Se queja de dolores en la espalda.
- Llega con la ropa rasgada o pintada.
- Tiene golpes o cortadas en la cara o el cuerpo sin explicación.
- Está distraído y con la mirada perdida.
- Sale muy cansado del colegio.
- Se queja de ver todo negro y/o no poder ver.
- Puede decir: “No me importaría morir o algo similar”.
- Quiere cambiar de colegio.
No hay reglas, pero si alguno de estos síntomas dura más de dos semanas y se presentan más de tres de ellos en forma conjunta, se debe considerar que algo grave está pasando.
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